Si no eres un experto navegante, no compres, alquila

Como en muchos otros aspectos de la vida, a la hora de navegar hay que dar tiempo a la toma de decisiones: primero miras, despues decides, te convences plenamente de lo decidido, luego preguntas, hablas con los que saben más, dudas... y luego tu mujer decide lo correcto.

Cuando ya estaba totalmente decidido a desplazarme a Pontevedra a comprar el Tiger de Mauro, mi mujer, María José, me insistió en que antes de nada preguntase cóma estaba el tema para poder varar, desarbolar y transportar el barco, (yo no puedo pagar una plaza fija en los naúticos de la zona), en el Mar Menor las autoridades no han entendido el tema de la vela ligera y desde luego no hay plazas para esos barcos y sí para gigantes de farol que se atracan de popa y hacen fiesta en el puerto para caebabas de los mortales.

 Pasé por mi club, el naútico de Lo Pagán y de una manera muy sincera, Ricardo, amable persona donde las haya, el gerente, me corroboró lo que sabiamente había pronosticado mi mujer:

 "si quieres navegar felizmente en catamarán ALQUILALO".

http://www.socaire.com/tarifas.html

Uno siempre tiene la sensación de que se va a quedar con ganas de seguir porque las horas pasan muy rápido y los bonos salen muy caros, error, salen muy baratos si te fijas bien en lo que te ofrecen, luego seguiré con este razonamiento, de momento difruta éstas imágenes:

Dudas sobre qué catamarán comprar...

Recuerdo sobre todo que en los hobie cat de la escuela, aquella velocidad de vértigo y la necesidad de mantener los pesos fuera del barco para mantener los traveses y los largos hacían la navegación muy divertida y que nuca tuve la sensación de peligro a pesar de alguna clavada, y eso que no fuí capaz de adrizar el barco.

Este buen recuerdo se ha traducido en una necesidad imperiosa de volver asubir a uno, y claro, qué mejor manera que teniendo un barco propio. Dicho y hecho, en un mes ví todos los Hobie y Nacra del mercado de segunda mano, me enamoré de un fórmula 18 que, aunque se me salía muchísimo del presupuesto y de mis capacidades, era el "ideal" para mi: http://www.cosasdebarcos.com/barco_49712100112652484870546568574568.html es el tiger de Fernando Echávarri y Antón Paz (medalla de oro en Pekin 2008 en clase tornado). Creo que a fecha de hoy aún está a la venta, cosas de la crisis, es un lote magnífico y de verdad creo que a buen precio, el vendedor, Mauro, con el que tuve la ocasión de hablar un par de veces por teléfono es un marino de toda la vida, involucrado por lo que me contó en el mundo de la naútica desde crío,persona amable de verdad. Muy poco faltó para liarme la manta a la cabeza y largarme a Pontevedra a por él. Ahora está un pelín más barato así que si dispones de capacidades, (económica y técnica), no te lo pienses... mira éstas fotos:
https://picasaweb.google.com/106986333845610203542/DropBox?authkey=Gv1sRgCM6o98OwhrXhMA

Y mira qué maravilla, aunque sea un poco antiguo:

Tanteos previos

Hace 6 o 7 años mi primer curso de vela en la escuela Socaire, (http://www.socaire.com/ ), me hizo descubrir que una Pastinaca te puede llevar a cualquier parte siempre que sople un poco de viento, al año siguiente probamos un Laser Stratos, al siguiente un bonito Wayfarer, el siguiente año decidimos que estábamos preparados para subir a un Hobie Cat, y ése barquito cambió mi visión de la navegación.


Los últimos 3 años he estado regateando en cruceros, la buena fortuna me puso en contacto con uno de los más inteligentes y concienzudos armadores del Mar Menor, dueño de un difícil Quarter Ton diseñado en los 70 . Aquí he tomado el gusto a lo de hacer carreras entre balizas: el corazón en un puño en el cajón de salida, o cuando hay que trasluchar o arriar un asimétrico, disfutar de la magia de un foque bien trimado, intentar adivinar la táctica y estrategia que habrá de seguir el patrón, saborear con placer las victorias, aprender de los errores y de las derrotas...¡Y es ahora cuando más me acuerdo de los buenos momentos pasados en los hc15 y hc16!


Este es el pensamiento que desde hace unos meses me ronda la cabeza:

" Necesito volver a subir a un catamarán, ahora que aún me queda un poco de juventud para completar aquellas sensaciones de vértigo, antes de que el acomodo se apodere de mí...".

Esto fue lo que me enamoró: